lunes, 2 de agosto de 2010

GIGANOTOSAURIO

El Giganotosaurus, también llamado "lagarto gigante del sur" era un enorme carnívoro del cretácico entre los 112 y 90 millones de años antes de Cristo. Tenía unos dientes de 20 centímetros de altura para poder matar de un mordisco en el cuello a casi cualquier otro dinosaurio. Sus manos tenían tres dedos largos en comparación con los de los tiranosáuridos y fuertes garras para sujetar a su presa. Sus pies tenían tres dedos que le permitían tener mejor estabilidad en la velocidad punta. Sus tácticas de caza eran diferentes a los otros carnívoros, se ocultaba en la maleza y de pronto salía corriendo contra su presa apuñalándola con sus dientes como dagas. Su cráneo era más grande que un hombre adulto y su velocidad punta le servía en las persecuciones de las presas que sobrevivían al ataque sorpresa. Aunque se le compara con el tiranosaurio, pertenecía a la familia de los Carcharodontosaurios, y con una longitud de 12,5 metros de longitud y 8 toneladas de peso se convertía en un aterrador oponente en la batalla.

ACROCANTHOSAURIO



El acrocanthosaurio, (Lagarto de espinas altas) era un poderoso carnívoro de la familia de los alosaurios, con unas mandíbulas capaces de desgarrar enormes presas era el terror de su época. Su boca tenía un montón de dientes como dagas que podían dar muerte incluso a los herbívoros más poderosos del Cretácico, como el argentinosaurus. Su dorso tenía un montón de espinas altas y afiladas que sostenían una pequeña vela colorida semejante a la del espinosáurido Suchomimus. La función de la vela era semejante a la del spinosaurio, o bien para intimidar a sus rivales, para mantener el calor normal en su cuerpo o para atraer a las hembras en periodo de apareamiento. El acrocanthosaurio era, en definitiva, el terror del Cretácico, por encima del Tiranosaurio con doce metros de longitud, del Giganotosaurio, con doce metros y medio y del Carcharodontosaurus, con catorce metros.